La carrera por encontrar la vacuna contra el COVID-19 y descifrar el comportamiento de este virus ha desencadenado una serie de investigaciones alrededor del mundo que se enfocan en diferentes aspectos y comorbilidades de esta enfermedad. En este sentido, la relación que tiene este agente patógeno con la alopecia androgénica ha llamado la atención de diversos expertos.
Andrógenos que provocan la calvicie favorecen al coronavirus: el “signo de Gabrin”
Expertos de la Universidad de Brown, en Rhode Island, han destacado que existen fuertes motivos para asociar a la calvicie con el riesgo de contraer SARS-CoV-2, pues tras varias investigaciones se ha visto que la hormona masculina causante de la alopecia común favorece la producción de la enzima TMPRSS2, agente que facilita la invasión de múltiples tipos de coronavirus a las células del organismo.
De esta manera, diversos especialistas han señalado a la calvicie como factor de riesgo considerable ante la pandemia de COVID-19, pues esta condición denota la presencia de andrógenos que permiten que la enfermedad invada más rápido a su huésped y exista una menor capacidad de respuesta inmune.
A este fenómeno se le ha llamado en Estados Unidos “signo de Gabrin”, haciendo alusión al primer médico fallecido en ese país –Frank Gabrin—, quien era calvo.
¿Debo preocuparme de contraer COVID-19 si tengo alopecia?
Aunque hasta el momento ninguna de las investigaciones ha arrojado resultados concluyentes, lo cierto es que de momento no pueden desestimarse los datos obtenidos de numerosos estudios que han visto en la alopecia androgénica un indicador de riesgo de contagio, pues no sólo la tasa de infección y mortandad a nivel mundial es mayor en hombres adultos que en mujeres, sino que además buena parte de ellos son calvos.
Al respecto, un artículo publicado en el Journal of the American Academy of Dermatology afirma que entre el 70 y 80% de los hombres ingresados a diversos hospitales españoles a causa del SARS-CoV-2 padece alopecia, mientras que otra investigación llevada a cabo en Italia ha hecho énfasis en que los fármacos que inhiben la producción de andrógenos reducen el riesgo de contagio, tal y como sucede con la finasterida, medicamento utilizado para el tratamiento del cáncer de próstata y la calvicie.
En resumen, podemos decir que todavía falta mucho por investigar acerca de este nuevo virus que ha sacudido al mundo, y que en lo que respecta a las probabilidades de contagio debido a su asociación con los andrógenos, parece haber una estrecha relación, por lo que es mejor extremar precauciones.
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