Durante el embarazo, las hormonas femeninas y el consumo de vitaminas prenatales le dan una apariencia espectacular al cabello, que suele lucir más brillante y saludable que nunca. Sin embargo, tras el nacimiento del bebé la situación cambia radicalmente: la melena se vuelve cada vez más quebradiza, se cae con facilidad e incluso algunas mujeres sufren de huecos sin cabello en la cabeza.
Una de las consultas más frecuentes después del parto se relaciona con la caída de cabello, especialmente en las mujeres que dan el pecho a sus bebés, quienes suelen atribuir dicho efecto a la lactancia materna al grado de hacerlas considerar el destete temprano.
Sin embargo, la verdadera causa radica en los estrógenos, hormona femenina producida en mayores cantidades durante la gestación, cuyo efecto frena la caída natural de cabellos, que suele ser de entre 30 y 60 al día, además es un lubrificante natural que limita la producción de cebo y mejora la circulación de sangre en el cuero cabelludo y raíz del cabello.
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Después del parto, la producción de estrógenos baja considerablemente y en conjunto con otros factores como el estrés de las noches sin dormir, el cuidado que requiere un recién nacido, la alimentación desequilibrada (frecuente en las nuevas mamás) y la dificultad para mantener la rutina de cuidado diario, provocan que el cabello luzca seco, quebradizo, sin vida y con tendencia a caer.
Aproximadamente dos o tres meses después del parto, es común que la caída del cabello se incremente considerablemente tanto en las mujeres que dan el pecho como en las que no, por lo que se recomienda continuar con la lactancia materna y seguir estos consejos para fortalecer el cabello:
- Alimentación saludable. Las nuevas mamás suelen alimentarse a medias debido a los cuidados que requiere su recién nacido; sin embargo, una dieta balanceada es de gran ayuda para recuperar la figura previa al embarazo, brindar los nutrientes necesarios al bebé a través de la leche materna y fortalecer el cabello de forma natural.
- Consume vitamina B. Ya sea en forma de suplementos o natural, a través de avena, soja, pollo, pescado, nueces y vegetales. Consulta con tu médico la posibilidad de seguir consumiendo las vitaminas prenatales, que aportan los nutrientes necesarios para la salud de tu cabello y piel.
- Baño diario. Es frecuente que las mamás orienten todos los cuidados hacia su bebé y olviden los propios, por lo que se recomienda lavar el cabello a diario con un shampoo de pH neutro, evitar el uso excesivo de secadora o plancha, y utilizar acondicionadores para que sea más fácil peinarte y no lo arranques al desenredarlo.
- Un consejo típico de las mamás: Dormir cuando el bebé lo haga, es recomendable para que tu cuerpo reponga toda la energía extra que necesitas para alimentar y cuidar a tu pequeño, pero también para que tu organismo se desintoxique naturalmente, se reponga y disminuya el estrés. Tu cabello y piel lo agradecerán.
La caída de cabello después del parto es un proceso natural que atraviesa la mayoría de las mujeres que recién se convirtieron en madres y, por fortuna, es una situación pasajera. Sin embargo, si notas que la pérdida es excesiva, se extiende por más de un año o tienes zonas despobladas en la cabeza, acude con un especialista.
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