El afeitado forma parte del régimen de higiene diario de la mayoría de los hombres. Sin embargo, cada uno de nosotros lo hace de una forma un poco diferente, siguiendo las rutinas que hemos establecido a lo largo de los años. La cuestión de qué tipo de afeitadora utilizar (afeitadoras tradicionales o eléctricas) es algo que probablemente todos nos hemos planteado en algún momento desde que empezamos a afeitarnos.
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El afeitado matutino
Aunque resulte bastante obvio, el objetivo del afeitado es eliminar el vello facial, dejando un aspecto limpio y fresco que también sea suave y cómodo. La hora y el método del afeitado son importantes, ya que la mayoría de los hombres prefieren retrasar la “sombra de las 5” para que no aparezca demasiado temprano en el día, y eso es un factor importante a tener en cuenta a la hora de decidir qué tipo de maquinilla utilizar. Las maquinillas desechables, las de cartucho y las de bordes rectos tienen cada una sus respectivas ventajas y desventajas; las maquinillas eléctricas, sin embargo, son harina de otro costal.
Maquinillas de afeitar eléctricas: sus ventajas
Si sueles tener prisa por las mañanas, las afeitadoras eléctricas te ahorrarán tiempo. En primer lugar, no necesitas humedecerte la cara y, en segundo lugar, es casi imposible cortarse con una afeitadora eléctrica. En consecuencia, puedes afeitarte mucho más rápido, con una sola mano y sin mirarte al espejo. Las afeitadoras eléctricas son ideales para viajar, ya que la mayoría pueden cargarse con pilas o enchufarse a la pared cuando llegas a tu destino.
Maquinillas de afeitar eléctricas: ¿qué tienen de malo?
A pesar de su comodidad, las afeitadoras eléctricas tienen algunos inconvenientes. Cada persona es diferente, por supuesto, pero muchos hombres se quejan de que las afeitadoras eléctricas irritan la piel, causando ardor, picazón y manchas durante todo el día. Pero quizá el mayor inconveniente sea el hecho de que las afeitadoras eléctricas no cortan tan cerca de la piel como las tradicionales. Por lo tanto, si tus bigotes crecen con rapidez, es posible que tengas que utilizar la afeitadora eléctrica más de una vez al día si quieres mantener un rostro suave.
En comparación, las afeitadoras no eléctricas llegan directamente a la superficie de la piel -lo que también te hace más propenso a hacerte cortes si no tienes cuidado-, pero el trabajo que hacen probablemente te dure el resto del día. En resumen: todo es cuestión de preferencias.
¿Más económico?
Si eres muy ahorrador, el coste de tu aparato de afeitado puede cambiar tu vida, pero puede ser una decisión difícil de tomar. Las afeitadoras eléctricas cuestan obviamente más que las tradicionales, y una eléctrica de buena calidad puede costarte entre 50 y 100 dólares o incluso más si es la mejor de la gama. La contrapartida es que, tras la inversión inicial, son rentables y te darán años de uso.
Por otro lado, las maquinillas de afeitar tradicionales suponen un desembolso inicial mucho menor, pero luego hay que tener en cuenta la crema de afeitar, las cuchillas nuevas o el coste de las maquinillas desechables, todo lo cual puede ir sumándose a lo largo de la vida. Las maquinillas de afeitar de bordes rectos son probablemente las más rentables, pero son difíciles de usar y requieren un afilado ocasional, lo que te robará algo de tiempo.
Las afeitadoras eléctricas y tu piel
Cualquier afeitadora, eléctrica o no, puede irritarte la cara, sobre todo si tienes la piel muy sensible. Sin embargo, las afeitadoras eléctricas suponen algunos retos adicionales:
o Quemaduras por afeitado, que a veces se producen si el cabezal de la afeitadora se aplica repetidamente sobre la misma zona; hay que tener cuidado de no volver a afeitar zonas ya lisas;
o Piel seca, que puede aparecer, sobre todo porque no hay que mojarse la cara como con una maquinilla tradicional. Sin embargo, esto puede evitarse humedeciendo la piel antes del afeitado.
o Infecciones bacterianas, que a veces se producen si la cuchilla no se mantiene limpia, lo que provoca foliculitis, cuando los folículos pilosos se infectan. Así que añade una sesión de limpieza de la cuchilla a tu rutina matutina.
Independientemente del tipo de maquinilla que utilices, la salud de la piel puede mejorarse utilizando un aftershave sin perfume de alta calidad y aplicando una toalla húmeda y fría para cerrar los poros después del afeitado. Por supuesto, también se pueden utilizar cremas hidratantes sin perfume con ingredientes naturales para hidratar y fortalecer la piel en cualquier momento.
¿Qué es lo mejor para ti?
Cuando tengas en cuenta todos estos factores -lo apurado que quieres el afeitado, el tiempo que quieres que dure y lo que se ajusta a tu presupuesto- podrás decidir qué tipo de afeitadora utilizar. Y no dudes en experimentar; ¡nunca sabrás lo que te gusta hasta que lo pruebes!
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