El cabello tiene diferentes características que no solo influyen en su aspecto, sino en la probabilidad de su caída y el éxito con un injerto: el color, la ondulación, el grosor y la producción de grasa en el cuero cabelludo son algunos de los factores para clasificarlo y definir los cuidados capilares más adecuados.
Hoy en el blog de Hairfix analizaremos los resultados con injertos de cabello rizado vs. liso para determinar el éxito y los posibles desafíos en cada caso.
Tabla de Contenidos
¿Hay relación entre los tipos de cabello y la alopecia?
En general, existen cabellos lacios, ondulados y rizados, los cuales pueden tener un grosor ancho, fino o medio. Además, el cuero cabelludo puede ser seco, normal o graso.
De estos tipos de cabello, los que tienen a producir más grasa son los que más sufren de alopecia. Esto se debe a que el sebo debilita a los folículos, provocando que el cabello pierda su grosor y se caiga.
Sin embargo, cualquier tipo de cabello puede verse afectado por la alopecia, temporal o definitiva, ya que los factores que influyen en esta condición se relacionan con la genética, la raza, la alimentación y los hábitos de vida.
Por ejemplo, el cabello rizado suele ser afectado por malos hábitos de peinado: el uso de planchas para alaciado, los tirones para alisarlo y peinarlo en coletas o trenzas muy apretadas, que provocan la alopecia por tracción.
En este grupo se encuentran las personas de raza negra, quienes suelen llevar trenzas apretadas para peinar su cabello con textura “afro” y que, por ello, suelen ser afectadas por alopecia por tracción desde muy jóvenes.
Por su parte, las personas asiáticas u orientales tienen un cabello más liso y fino que los europeos, quienes suelen tener el cabello ondulado y con un grosor medio.
Injertos de cabello rizado vs. liso, ¿influye el tipo de cabello en el trasplante?
La textura del cabello puede influir en algunos aspectos relacionados con los injertos de cabello, aunque en ambos se puede obtener resultados muy satisfactorios. Antes del implante, el paciente debe ser valorado para analizar la estructura del folículo piloso y del cabello, de lo que dependerá si es candidato al proceso y la cantidad de folículos a extirpar.
Después de determinar la idoneidad del candidato al injerto, el siguiente paso es realizar el diseño con base en la forma de su cara, edad y preferencias de peinado. En el caso de personas con el cabello rizado, el reto es lograr una apariencia natural, respetando el ángulo de crecimiento.
Si bien el proceso de injerto es similar entre el cabello rizado y lacio, la extracción de las unidades foliculares puede ser más delicada en el caso de los rizos debido a su curvatura natural.
Ahora bien, los injertos de cabello rizado suelen requerir una menor cantidad de folículos extraídos. Esto se debe a que los rizos dan una apariencia de mayor densidad y volumen que el cabello lacio. Asimismo, el color y grosor del cabello trasplantado influye en la sensación de densidad, por lo que una persona con cabello oscuro, grueso y rizado lucirá un mayor volumen que alguien con cabello lacio, fino, rubio o canoso.
¿La textura del cabello es impedimento para un trasplante?
No. La textura del cabello por sí sola no es una causa de impedimento para un injerto capilar. La no idoneidad de un candidato se relaciona con la falta de estabilidad de la alopecia, cambios hormonales relacionados con el crecimiento capilar, un cabello fino, débil o que no tenga suficientes cabellos en la zona donante.
Cuidados posteriores al injerto dependiendo del tipo de cabello
Después del injerto, el cabello trasplantado crecerá con las mismas características que tenía originalmente. Esto significa que si era oscuro y rizado, seguirá siéndolo, por lo que no se notarán diferencias.
Los cuidados posteriores al trasplante son similares entre personas con cabello rizado y liso, pero podría ser necesario utilizar productos específicos para definir los rizos y evitar el encrespamiento. Además, se recomienda evitar los peinados apretados o los jalones al peinar para evitar el arrancamiento tanto de los folículos implantados como de los naturales.
En resumen, el proceso de injerto capilar es el mismo en cabello rizado, ondulado y liso. La extracción debe ser más delicada en el cabello rizado y la percepción de la densidad puede ser mayor en una melena ondulada y gruesa que en una lacia y fina.
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