Cuando escuchamos la palabra “calvicie” lo más común es relacionar este padecimiento con hombres de mediana edad. Sin embargo, las y los adolescentes, así como mujeres de mediana edad, también sufren alopecia, y sus efectos son igualmente traumáticos, ya que un cabello sedoso, largo, brillante y abundante son sinónimos de belleza femenina.
La pérdida de cabello afecta a hombres y mujeres por igual; si bien es menos frecuente en las mujeres, la alopecia de patrón femenino ha recibido poca atención por parte de la sociedad y de la ciencia, probablemente porque ellas tienen más opciones de peinados, pelucas y accesorios como sombreros para disimular los espacios sin cabello. No obstante, los hombres calvos son socialmente reconocidos y aceptados, mientras que las mujeres calvas son discriminadas e invisibilizadas.
Tabla de Contenidos
¿Qué es la alopecia?
Alopecia significa caída del cabello; si bien suele relacionarse con la palabra calvicie, este término no es correcto, ya que excluye las afecciones que provocan pérdida de la densidad capilar, mas no una situación de evidente caída, como el caso de la alopecia femenina.
La alopecia androgenética de la mujer se conoce como alopecia de patrón femenino (APF) porque tiene características propias, peculiaridades etiológicas, clínicas, evolución y tratamiento que la diferencian de los padecimientos que afectan a los hombres.
La APF es un tipo de alopecia no cicatricial, que se presenta en las mujeres de forma lenta y progresiva, afectando la densidad capilar y al cuero cabelludo. En esta condición, el ciclo anágeno-telógeno se minimiza, de modo que los ciclos foliculares producen cabello más corto y de menor diámetro debido a que los folículos se miniaturizan y, en los estadios más avanzados, se vuelven invisibles. Es decir, los folículos siguen estando presentes en el cuero cabelludo femenino, pero en estado atrófico.
En la alopecia femenina se encuentran implicados factores genéticos y alteraciones hormonales debido a hormonas masculinas conocidas como androgénicas, que le dan su nombre de alopecia androgenética. Sin embargo, la relación genética y la presencia de andrógenos no se encuentra clara, ya que ambos factores no están presentes en todos los casos.
La APF es la forma más frecuente de caída de cabello en las mujeres, que afecta a más del 50% a lo largo de su vida siendo más frecuente a partir de los 50 años de edad, aunque en algunos casos el proceso comienza en la pubertad o alrededor de los 30 años.
Tipos de alopecia en mujeres
- Alopecia androgénica. Se calcula que alrededor del 30% de mujeres con APF tienen signos de hiperandrogenismo, un exceso de hormonas masculinas, con otras manifestaciones clínicas como vello facial o en zonas como el pecho o brazos, acné resistente a tratamiento, galactorrea, infertilidad o alteraciones de la menstruación.
- Efluvio telógeno o “caída por estrés”. Caída difusa y abundante del cabello en zonas localizadas y generalmente circulares que puede deberse a una mala alimentación, estrés, depresión, por acción de ciertos medicamentos que se consumen de manera constante (heparina, antirretrovirales, aspirina, entre otros), enfermedades crónicas como la diabetes y patologías autoinmunes. Aunque este tipo de alopecia afecta a hombres y a mujeres, suele tener una mayor incidencia en ellas, aunque puede ser totalmente revertido con el tratamiento adecuado.
- Alopecia areata. Este padecimiento se relaciona con enfermedades autoinmunes, en los que el organismo ataca y destruye los folículos pilosos sanos; en las mujeres es muy frecuente después de un embarazo, donde comienza un ciclo de caída de cabello en mechones, pero que cesa por sí solo después de algunos meses, y el cabello vuelve a crecer, aunque de forma lenta.
- Alopecia frontal fibrosante. Es un tipo de alopecia cicatricial, que provoca la destrucción del folículo piloso y suele presentarse en la etapa postmenopáusica, afectando principalmente a la zona de la diadema.
- Alopecia por tracción. Caída del cabello que ocurre por un sobre estiramiento constante del cabello, la cual sucede al llevar peinados muy recogidos y tensados, y que puede ocasionar pérdida capilar permanente al dañar los folículos capilares.
Calvicie y alopecia, ¿tiene diferencia?
En general, el término calvicie y alopecia se usan como sinónimos. Sin embargo, la alopecia es el término para describir diferentes tipos de enfermedades y padecimientos que provocan la caída de cabello, tanto en el cuero cabelludo como en otras partes de la piel donde existe cabello, como las pestañas, cejas, barba, entre otras.
Las alopecias se clasifican en dos grupos, las cicatriciales en las que se destruyen los folículos pilosos y, por ende, la caída de cabello es irreversible. O bien, alopecias no cicatriciales en las que la caída se frena y es potencialmente reversible. La más común de las alopecias es la androgénica, que es la principal causa de la calvicie común, ya que se estima que es responsable del 95% de los casos.
¿Cuáles son las causas de la alopecia en la mujer?
Genética y herencia
Las causas de la APF son similares a las que afectan a los hombres; se consideran los factores hormonales y genéticos; el componente hereditario es importante porque se ha encontrado un gen relacionado con la alopecia en los cromosomas.
Cambios hormonales
Respecto al factor hormonal, las mujeres producen andrógenos en tres órganos: suprarrenales, ovarios y tejidos no endocrinos como la piel. La testosterona producida por el organismo femenino se transforma en dehidrotestosterona, que ejerce una acción reductora del estradiol, hormona femenina y que forma un complejo activado que entra en el núcleo celular y provoca un aumento de tamaño de las glándulas sebáceas, incrementando su actividad secretora, al mismo tiempo que provocan la miniaturización del folículo. En resumen, este proceso provoca un aumento de grasa en el cuero cabelludo, que resta nutrientes a los folículos, los debilita y va acabando con ellos poco a poco.
Por lo anterior, la menopausia es una etapa en la que se presenta la alopecia femenina debido a los desequilibrios hormonales provocados por la baja de estrógenos y un aumento de hormonas masculinas o andrógenos.
Enfermedades
- Alopecia areata. Una enfermedad autoinmune en la que los glóbulos blancos agreden a los folículos pilosos para interrumpir el crecimiento del cabello y provocar su caída. Además de originar la pérdida de cabello en la cabeza, suele afectar a las cejas y pestañas, dejando “parches” libres de cabello.
- Lupus. Otra enfermedad autoinmune que afecta a muchos sistemas y órganos en el cuerpo, siendo la caída de cabello una de las manifestaciones.
- Diabetes mellitus tipo 2. El exceso en los niveles de azúcar en la sangre interacciona con los glóbulos rojos, provocando la síntesis de un compuesto llamado hemoglobina glucosilada, el cual deforma a los glóbulos rojos y los vuelve más rígidos de lo normal, provocando que se atasquen entre las paredes de los vasos sanguíneos. Esta obstrucción es responsable de problemas circulatorios y vasculares, de modo que los folículos no reciben los nutrientes que necesitan para crecer saludables y combatir a las infecciones bacterianas y fúngicas.
- Anemia. La deficiencia de hierro puede provocar la caída de cabello, la ralentización en el crecimiento, así como cabellos frágiles y quebradizos.
- Tiña capitis. Esta enfermedad causada por hongos de los géneros Microsporum y Trichophyton provoca la descamación en el cuero cabelludo, cambios de coloración a un tono gris, mucho picor en el cuero cabelludo e inflamación. Es muy contagiosa y es indispensable acudir con el médico en caso de detectar síntomas.
- Enfermedades de transmisión sexual. Las infecciones por VIH y sífilis provocan la pérdida de cabello en algunos casos.
- Hipotiroidismo. Uno de los síntomas de esta enfermedad autoinmune, que se caracteriza porque la glándula tiroidea produce muy pocas hormonas T3 y T4, es la caída de cabello en grandes cantidades y afectando al cuero cabelludo y al cuerpo en general. Esto se debe a que una de las funciones de las hormonas tiroideas es la regulación de los ciclos capilares.
Caída del cabello postparto
La alopecia postparto es la pérdida temporal de cabello que surge entre los 2 y 3 meses posteriores al parto. Muchas mujeres la asocian a la lactancia, pero la realidad es que es provocada por los cambios hormonales propios de esta etapa en la que disminuyen los estrógenos, hierro, aunado al estrés y la alimentación inadecuada que suelen tener las nuevas mamás.
Además, existe una condición fisiológica que acelera la caída del cabello después del parto: el efluvio telógeno, que es la fase de reposo en la que no crece el cabello y se cae con facilidad.
Estilo de vida
Algunos hábitos de vida se relacionan con la caída de cabello: el uso extremo de productos químicos para la decoloración del cabello, usar la plancha a diario, además del consumo de tabaco que disminuye el riego sanguíneo y transporte de nutrientes a los folículos pilosos. Además, los peinados muy estirados y que arrancan cabellos desde la raíz, como las trenzas africanas o colas de caballo, provocan lo que se conoce como alopecia por tracción.
Factores de riesgo
- Antecedentes familiares
- Edad avanzada
- Sobrepeso y obesidad
- Déficits nutricionales
- Tabaquismo
- Tratamientos para el cáncer
- Periodos de estrés
Síntomas de alopecia en mujeres, ¿Cómo saber cuándo mi caída de cabello es preocupante?
- Caída de cabello gradual en la parte superior de la cabeza. Esta es la forma más común en las mujeres, y suele presentarse en las mujeres después de la menopausia, quienes notan un ensanchamiento en la línea del cabello, o bien, un retroceso de la línea capilar en la frente.
- Parches irregulares o circulares. Algunas mujeres pierden el cabello en parches, situación que suele acompañarse por comezón o dolor en la piel antes de que se caiga.
- Aflojamiento del cabello. Esto suele ser provocado por situaciones de estrés o depresión: las mujeres notan que se caen mechones de cabello cuando se peinan o bañan, incluso al tirarlo con suavidad.
- Pérdida de vello de otras partes del cuerpo. En algunas ocasiones, la caída de cabello se acompaña con pérdida de cejas, vello de brazos o piernas, incluso de pestañas.
- Encontrar muchos cabellos en la almohada al levantarse de la cama.
- Notar “entradas” en la frente o huecos en la parte superior de la cabeza.
- Pérdida de densidad del cabello.
- Notar que la línea del cabello se va separando cada vez más.
Si notas inflamación, ardor y enrojecimiento en el cuero cabelludo, debes acudir de inmediato con el médico para descartar otro padecimiento.
Diagnóstico
Es indispensable acudir con un especialista para diagnosticar la causa por la que se presenta la alopecia en mujeres: ya sea de forma temporal después del parto, por una enfermedad autoinmune, o detectar la APF a tiempo y tratarla antes de que deje consecuencias graves.
El especialista te hará muchas preguntas para crear tu historia clínica y complementarla con análisis sanguíneos como perfil tiroideo, química sanguínea, biometría hemática y perfil hormonal en caso de sospechar algún padecimiento asociado. Una vez que se detecte la causa de la caída de cabello, el especialista determinará el tratamiento más adecuado para combatirla y recuperar la densidad capilar.
¿Qué es “calvicie patrón femenino”?
Cuando se trata de alopecia androgénica, la caída de cabello suele ser diferente en mujeres y en hombres. El patrón femenino consiste en el adelgazamiento del cabello a lo largo de la corona del cuero cabelludo, lo que provoca pérdida de densidad y volumen en la melena.
Tratamiento
El tratamiento de la APF conlleva una acción multidisciplinaria en la que se consideren los factores etiológicos, los cuidados cosméticos y el fortalecimiento del cabello. Los más comunes son:
- Tratamientos tópicos. Fármacos como el minoxidil, el acetato de ciproterona o el finasteride estimulan el crecimiento del cabello, pero deben ser administrados por profesionales, ya que algunos están contraindicados en casos de embarazo o lactancia. Además, estos tratamientos no siempre dan resultados cuando se aplican sin indicación médica y pueden empeorar la caída de cabello.
- Suplementos vitamínicos. En algunos casos, la administración de suplementos de hierro, zinc, biotina, vitamina B, entre otros, ayuda a tratar los déficits nutricionales, además de fortalecer el cabello y mejorar la apariencia de la piel.
- Trasplante capilar en mujeres. La solución definitiva y comprobada para combatir los efectos de la alopecia. Es un método invasivo que requiere la atención profesional con técnicas de microinjerto de folículos que contienen de uno a tres pelos para cubrir las zonas afectadas.
- Otros. mesoterapia capilar México, Plasma Rico en Plaquetas, factores de crecimiento son algunos tratamientos que nutren a los folículos, estimulan el crecimiento y fortalecen el cabello para devolverle su salud y brillo.
¿La caída de cabello en mujeres tiene prevención?
Si bien las enfermedades autoinmunes y la alopecia androgénica son los principales causantes de la caída de cabello, algunas recomendaciones pueden ayudarte a cuidar tu melena y sufrir al mínimo:
- Mantener una alimentación saludable
- Acudir periódicamente con el médico
- Consumir vitaminas en caso de necesitarlas
- Evitar el uso extremo de planchas, agua caliente y tratamientos químicos de decoloración
- Evitar la exposición extrema al sol
Los cuidados en el hogar también son importantes
Los cuidados desde casa son importantes para prevenir la caída de cabello y mantener una melena saludable, brillante y hermosa. Las recomendaciones son:
- Lavar el cabello con agua tibia
- Usar productos amigables con tu cuero cabelludo, que limpien y no obstruyan los poros
- Masajes en el cuero cabelludo
- Usar mascarillas capilares al menos una vez por semana
- Peinar el cabello con suavidad y evitar peinados que arranquen el cabello
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